lunes, 30 de noviembre de 2009

HISTORIA DEL TELEMARK

Sondre Norheim está considerado en todo el mundo como el Padre del Esquí Moderno. Este pobre aldeano de Telemark tuvo un papel crucial en la transformación ya no del esquí, sino del propio concepto de esquí. Desde su origen hace más de tres mil años, el esquí era un vehículo de transporte. Sondre lo transformó en deporte y diversión.
Foto: Eivind Molde Usando un nuevo tipo de esquís y fijaciones – verlos ahora producen como mínimo admiración – este hombre se inventó las técnicas del telemark y del slalom . La importancia de Sondre Norheim es tal, que la antorcha olímpica ha partido en tres ocasiones de la cabaña donde nació. Muy poca gente sabe que la palabra slalåm (eslálom), que ahora es internacional, es una palabra noruega que nació en Morgedal. La primera sílaba, sla, significa pendiente, colina o superficie suave, y låm es la pista pendiente abajo. El slalåm normal se trataba de una carrera a través de campos, colinas y paredes rocosas, esquivando matorrales. En la actualidad este viejo deporte de Telemark ha resurgido tanto como un deporte de competición como una actividad de tiempo libre, con cada vez mayor número de entusiastas tanto en Europa como en los Estados Unidos. Los exploradores polares noruegos han contribuido de manera significativa a ese sentimiento nacional de amor propio y orgullo en el deporte. En “Atravesando Groenlandia en Esquís”, Fridtjof Nansen escribió acerca de su amor por este deporte, que consideraba como el más típicamente noruego de todos los deportes. Si algún deporte merece el apelativo “deporte de todos los deportes” debe ser sin duda éste, dijo tras cruzar con esquís la capa de hielo de Groenlandia de este a oeste en 1888.
Fridtjof NansenUnos años más tarde Nansen puso sus miras en el Polo Norte, pero nunca lo alcanzó. El frío extremo y las difíciles condiciones del hielo le forzaron a él y a su compañero, Hjalmar Johansen, a volver por donde vinieron. Juntos pasaron más de un año esquiando a través de un paisaje salvaje de hielo, totalmente aislados del resto del mundo. Otro viaje arriesgado fue la expedición al Polo Sur que realizó Roald Amundsen en 1910-1912. Junto con otros cuatro noruegos, Amundsen plantó la bandera noruega en el Polo Sur en 1911, como el primer hombre que logra alcanzar este punto. Los cinco hombres cubrieron una distancia de unos 3.000 kilómetros sobre esquís. La mayoría del equipamiento que Nansen y Amundsen utilizaron en sus aventuras polares se ha conservado para la posteridad y ahora se puede ver en el museo que alberga el barco “Fram” y en el Museo del Esquí, ambos en Oslo. Pero llegó un personaje clave en la historia del telemark. En una competición de saltos -deporte que comenzaba a despuntar- sorprendió a todo el mundo realizando una graciosa curva con una técnica nunca vista. Se trataba de adelantar un esquí y hacer una especie de genuflexión con la rodilla del otro, posición que todo el público asistente consideró muy práctica. Con ello, este noruego demostró al mundo que también se podían hacer curvas con los esquís y dio origen al esquí de descenso. A partir de entonces se pudo cambiar de valle y llegar hasta los pueblos más altos en las montañas. Esta competición tuvo lugar cerca de Oslo en 1868, en la provincia de Telemark (Noruega), y de ahí toma su nombre esta forma de esquiar. Más tarde, en la región vecina de Cristiania, se desarrolló una forma de girar que se basaba en no adelantar uno u otro esquí, sino en llevar los dos esquís a la vez. Se denomina a esta modalidad esquí de Cristiania.
El telemark tuvo más éxito y su práctica se propagó a gran velocidad por todo el mundo. Muy pronto se empezó a practicar en los Alpes el deslizamiento por las pendientes nevadas y, aunque un poco más tarde, también llegó a España, a principios del siglo XX. Se extendió, asímismo, a Estados Unidos, donde se cuenta la historia de un famoso cartero noruego en la Sierra Nevada (California), que siempre repartió el correo con los esquís de telemark.

No hay comentarios:

Publicar un comentario